Permíteme que me presente...

Antes de nada, quiero darte las gracias por entrar, ya sea por curiosidad, aburrimiento o por azar.

En realidad, creo que soy bastante parecida a las autoras de tantos y tantos blogs de au pair que hay por la red. Hace casi una semana que cumplí los 24 años, vivo en Madrid y, posiblemente como a ti, me encanta viajar. Hasta aquí todo bien, cero sorpresas.

Ahora empieza ya mi historia, la que me empujó a esta aventura de querer cruzar el Atlántico.

El año pasado terminé la universidad. Estudié Magisterio Infantil y, durante tercero de carrera, viví un año en Inglaterra de Erasmus. No hace falta decir que fue el mejor año de mi vida y, desde entonces, la idea de volver a vivir en el extranjero había estado dando vueltas en mi cabeza.
Yo amo viajar, mis padres me han llevado siempre de camping y, desde hace varios años, viajamos toda la familia con la autocaravana por diversos lugares. Me encanta explorar, descubrir, mezclarme en otra cultura, aprender de ella, crecer con la experiencia.

Al terminar mi año de Erasmus me fui ese mismo verano de Au pair a Italia un mes. Sabía un italiano un poco básico, pero lo suficiente como para los casos de emergencia, ya que lo estudié en Inglaterra en mi tiempo libre. Aunque yo iba a Italia a enseñar inglés a la niña de la cual cuidaba, ni decir tiene que me enseñó muchísimo más italiano que yo a ella inglés. Fue una experiencia difícil pero a la vez increíble, (de lo cual quizás os hable más adelante) lo que hizo que volviese el siguiente verano con ellos.

Hace algún tiempo, un par de amigos comentaron la posibilidad de irse en verano a Inglaterra a aprender inglés y yo, aunque ya lo hablo, me falto tiempo para apuntarme a cualquier plan que implicase viajar. Así fue como acabé en la agencia con la que hoy en día estoy para irme a Estados Unidos.
Yo ya la conocía, puesto que una conocida mía se había ido con ellos a trabajar en hoteles en Reino Unido, y allí que nos fuimos a informarnos. Mientras ellos hablaban con la chica de la agencia, yo escuchaba atentamente cómo les hacía preguntas, intentando encontrar el mejor programa para ellos. Hasta que me tocó a mí.

- ¿Tú qué nivel de inglés tienes?

- Umm... Un C1.

Y ahí empezó todo. Me dijo que "con mi nivel de inglés me olvidase del curro de Inglaterra y que me plantease la posibilidad de irme a Estados Unidos de au pair". Ese fue el principio del caos. Me mandó un email con los papeles para que me informase, empecé a cotillear agencias y experiencias por internet...
La verdad, en un principio no consideraba una opción Estados Unidos: era mucho tiempo y estaba muy lejos; pero... ¿cuándo más voy a tener la oportunidad de ir allí, con vuelos pagados, a vivir un años con una familia americana? Sin contar cómo seguiría aprendiendo más inglés, la cantidad de sitios que podría conocer, los nuevos amigos...

Y así estoy, una más entre tantas otras que un día decidieron que se iban. Un pie aquí y otro en USA.